En el Verano del 99, Toluca repetía alineación en su platel de jugadores, mismo que le bastó para quedar como líder general de la competencia. Para la “Liguilla”, los “Rojos” vencieron en encuentros cardíacos a Necaxa y Santos para avanzar a la gran final frente a Atlas.

Nuevamente, Cardozo se mostró como la figura del equipo, pero del otro lado tenían a un joven Rafael Márquez quien apenas comenzaba su historia y buscaba iniciarla con el pie derecho. Tanto la ida como la vuelta terminaron en empate, poniendo el global 5 a 5 y extendiendo el juego a tiempos extra. No fue suficiente, tenían que llegar los penales.

Para aumentar el dramatismo, la tanda se fue hasta la “Muerte Súbita”. Fue ahí donde Salvador Carmona cumplió su parte al anotar y dejarlo todo en manos del arquero “Escarlata”. Hernán Cristante atajó el penal de los “Rojinegros” y Toluca se alzaba por quinta vez con el título del fútbol mexicano.